Cuento de navidad: un regalo inesperado

Mi amigo el gorrión

Valor: La amistad

Había una vez, en un pequeño pueblo cubierto de nieve, un niño llamado Lucas. Lucas era un chico amable y generoso, pero a veces se sentía un poco solo. La Navidad se acercaba y Lucas deseaba con todo su corazón tener un amigo con quien compartir momentos especiales durante las fiestas.

Un día, mientras caminaba por el parque, Lucas encontró a un pequeño gorrión herido en el suelo. Sin dudarlo, lo recogió con cuidado y decidió llevarlo a su casa para cuidarlo y ayudarle a sanar. Lucas le puso de nombre "Nieve" al gorrión, ya que su plumaje era tan blanco como la nieve que cubría el pueblo.

Durante los días siguientes, Lucas y Nieve se volvieron inseparables. Juntos, decoraron el árbol de Navidad, hicieron galletas y escribieron cartas para Santa Claus. Lucas se sintió tan feliz de tener a Nieve a su lado, que ya no se sintió solo.

Una noche, mientras Lucas y Nieve miraban por la ventana, vieron a un grupo de niños jugando en la nieve. Lucas miró a Nieve y le preguntó si le gustaría unirse a ellos. Nieve, emocionada, asomándose con la cabeza. Lucas abrió la puerta y ambos salieron corriendo hacia los niños.

Los niños se sorprendieron al ver a Lucas con su nuevo amigo, pero enseguida aceptaron a Nieve como uno más. Juntos, construyeron un muñeco de nieve y se divirtieron deslizándose por las colinas nevadas. Lucas se dio cuenta de que la amistad no solo se limitaba a tener un amigo, sino también a compartir momentos especiales con los demás.

La noche de Nochebuena, Lucas y Nieve regresaron a casa, agotados pero felices. Mientras se acurrucaban junto al fuego, Lucas se dio cuenta de que había encontrado el mejor regalo de Navidad que podía pedir: la amistad. No importaba si era con un gorrión o con otros niños, lo importante era tener a alguien con quien compartir amor y alegría durante esta época tan especial.

Desde aquel día, Lucas y Nieve siguieron siendo amigos inseparables. Cada Navidad, recordaban aquel encuentro mágico en el parque y agradecían por haber encontrado la verdadera amistad. 

Moraleja 

Y así, en aquel pequeño pueblo cubierto de nieve, Lucas aprendió que la amistad es un regalo que no se encuentra bajo el árbol, sino en los corazones de aquellos que nos rodean. Y desde entonces, Lucas nunca más se sintió solo, porque siempre tuvo a Nieve ya sus amigos cerca de él, compartiendo momentos de alegría y amor en cada Navidad.

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