Introducción
La educación en Venezuela se orienta a la propagación
de saberes, valores y el desarrollo integral de los ciudadanos. La transición
del preescolar a la educación primaria constituye un paso crucial en la
trayectoria académica de los niños, marcando el inicio de un proceso más
estructurado de enseñanza-aprendizaje. El docente, como mediador clave, tiene
la responsabilidad de facilitar este proceso, asegurando que los estudiantes
construyan nuevos conocimientos con las herramientas adecuadas.
Para lograr un aprendizaje de calidad y
significativo, es indispensable realizar una evaluación diagnóstica al inicio
del año escolar. Esta herramienta permite identificar las fortalezas y
debilidades individuales y grupales, lo que a su vez posibilita la
planificación de estrategias pedagógicas pertinentes y la creación de un
ambiente de aprendizaje que responda a las necesidades reales del grupo.
A continuación, se presenta un diagnóstico detallado del grupo de 1er Grado, realizado durante los primeros 20 días de clases. Este informe se basa en la observación directa y en la aplicación de actividades lúdicas, con el objetivo de analizar la exploración de los escolares en áreas clave del desarrollo: socioemocional, cognitivo, motriz y del lenguaje, considerando las competencias esperadas del tercer nivel de preescolar.
Resultados del Diagnóstico
El presente diagnóstico se sustenta en la observación sistemática y la
interacción diaria con un grupo de 25 estudiantes, compuesto por 13 hembras y
12 varones, con edades que oscilan entre los 5 y 6 años. Se observa que la
mayoría de los estudiantes se adapta favorablemente al nuevo ambiente escolar,
mostrando curiosidad y disposición para participar en las actividades.
A nivel de grupo, el equipo de educandos posee un vocabulario adecuado a
su edad cronológica y se comunican entre sí con fluidez. Sin embargo, en el
aspecto socioemocional, se ha notado que el 30% del grupo aún requiere
acompañamiento para seguir normas de trabajo en el aula y mantener la atención
en actividades de larga duración.
En lo que respecta a las habilidades académicas, se ha identificado una marcada
disparidad en el área de lectoescritura. El 60% del grupo (15 estudiantes) se
encuentra iniciado en el proceso de lectura, pudiendo reconocer vocales y
algunas consonantes, y en su mayoría logran escribir su nombre y algunas
palabras simples con apoyo fonético. Por otro lado, el 40% restante (10
estudiantes) no se encuentra iniciado en la lectura ni en la escritura, lo que
representa la principal debilidad del grupo.
Análisis de los Resultados
Luego de la observación en las diferentes áreas del desarrollo, se
destacan los siguientes aspectos:
Área de Desarrollo Socio-Emocional: El grupo en general se integra
favorablemente y muestra entusiasmo por las actividades lúdicas. Se observa que
los estudiantes disfrutan del trabajo en equipo y el juego, aunque algunos,
como María Pérez y Andrés Soto, aún muestran timidez y se les dificulta unirse
a grupos sin la intervención de la docente. En contraste, estudiantes como
Sofía Ramírez y Gabriel López demuestran liderazgo y facilidad para la
interacción. La adaptación a las rutinas de clase, como el momento de guardar
los juguetes o hacer silencio, requiere de recordatorios constantes por parte
de la docente.
Desarrollo Cognitivo:
Conocimiento Lógico-Matemático: La mayoría de los estudiantes identifica
los números del 1 al 20 y algunos hasta el 50. Sin embargo, solo el 50% logra
realizar un conteo de forma precisa, estableciendo la correspondencia uno a uno
con objetos. En cuanto a las formas geométricas básicas (círculo, cuadrado,
triángulo) y los colores primarios y secundarios, la totalidad del grupo los
identifica sin dificultad. Aún hay debilidades en la seriazión de objetos por
tamaño o la identificación de cantidades mayores y menores sin apoyo visual.
Lectura y Escritura: Aquí
se manifiesta la debilidad principal del grupo. El 60% de los niños está en la
etapa pre-silábica o silábica, lo que significa que ya han iniciado el proceso
de asociación fonema-grafema. No obstante, el 40% restante se encuentra en la
etapa pre-fonética, no logrando establecer una relación entre el sonido y la
letra. A la mayoría del grupo se le dificulta escribir su nombre sin copiarlo
de una tarjeta.
Motricidad Fina: Se observa que la mayoría de los estudiantes aún no
ha consolidado un agarre adecuado del lápiz (agarre de pinza), lo que afecta la
legibilidad de sus trazos. Si bien la mayoría logra recortar y colorear figuras
simples, sus trazos son imprecisos y se salen de los bordes.
Desarrollo del Lenguaje: Este grupo de niños y niñas posee un vocabulario amplio y fluido para
su edad cronológica. En general, se expresan con claridad, logran relatar
anécdotas cortas y participan activamente en las clases dirigidas. Sin embargo,
se ha observado que la estudiante Carmen López presenta dificultad para
pronunciar el fonema “R”, y el estudiante Pedro González se muestra más
reservado, comunicándose principalmente a través de monosílabos cuando se le
pregunta de forma individual.
Desarrollo Físico: Como resultado de la observación diaria, el grupo en general se aprecia físicamente saludable. Se nota que la mayoría de los estudiantes ha desarrollado sus habilidades motoras gruesas (correr, saltar, trepar) de forma adecuada. A nivel de higiene y presentación personal, la mayoría asiste con el uniforme reglamentario y demuestra un buen cuidado. No obstante, se ha observado que el estudiante José Rangel con frecuencia no lleva la vestimenta completa de Educación Física.
Recomendaciones y Sugerencias para Nivelar al Grupo
Basado en las fortalezas y debilidades identificadas, especialmente la
disparidad en el proceso de lectoescritura, se proponen las siguientes
estrategias para aplicar en el aula:
Grupo de Apoyo Diferenciado: Crear dos grupos de trabajo en el aula, de forma flexible. El primer
grupo, compuesto por los 10 estudiantes que no están iniciados, trabajará
diariamente con la docente en actividades de conciencia fonológica (juegos de rimas,
identificación de sonidos iniciales) y pre-escritura (trazos con arena,
plastilina, pintura de dedos). El segundo grupo, ya iniciado, realizará
actividades de refuerzo y ampliación para consolidar la lectura de sílabas y
palabras simples.
Rincón de Lectura y Escritura Creativa: Habilitar un espacio en el aula con libros,
revistas, letras de foami, y material de escritura no convencional (pizarras
mágicas, crayones gruesos). Este rincón estará disponible durante los momentos
de juego libre y permitirá que los estudiantes interactúen con el lenguaje de
forma espontánea y divertida, fortaleciendo la motivación tanto para el grupo
iniciado como para el que aún no lo está.
Actividades Sensoriales y Psicomotrices: Reforzar las habilidades de motricidad fina y la
coordinación ojo-mano a través de actividades lúdicas. Se sugiere el uso de
juegos con pinzas, enhebrado de cuentas, recortado de figuras con tijeras
adaptadas para niños, y el trazado de figuras en distintas texturas. Estas
actividades son fundamentales para preparar el agarre y el trazo de las letras.
Uso de la Lectura en Voz Alta y Etiquetado del Aula: El docente debe leer cuentos en voz alta a diario,
señalando las palabras y motivando a los niños a anticipar el texto.
Adicionalmente, se recomienda etiquetar los objetos del aula con sus nombres
escritos en mayúscula (ejemplo: "VENTANA", "PUERTA"), para
que los estudiantes se familiaricen con la forma de las palabras y la
asociación entre el objeto y su representación escrita.